Hace unos 10 siglos, un pequeño niño llamado Edmundo vino al mundo justo cuando una luz atravesaba el cielo. ¿No tenéis curiosidad por saber que era? ¡Aquí os lo esplicamos!
La extraña luz que vieron
los padres de Edmundo era un cometa: el cometa Halley. Un cometa es un astro
solar, que normalmente no se puede ver a simple vista, a pesar de que los
padres de Edmundo lo vieron sin ninguna dificultad. Su órbita esta dibujada alrededor
del Sol y es muy grande. Esta formado por unas 40 moléculas distintas, entre
ellas: agua (H2O), monóxido de carbono (CO), dióxido de carbono (CO2), metano (
CH4), amoníaco (NH3)… Cuando se aproxima al Sol, se empieza a deshacer y se
forma su cola, como una banda luminosa que parte del cielo.
El Cometa Halley fue el
cometa que pasó cuando nació Edmund. Fue descubierto y estudiado por el
astrónomo Edmund Halley el año 1705. En el siglo XI, que aún no había estado
estudiado, creían que era un enviado de los cielos, una señal del diablo y la
ocurrencia de alguna desgracia. Da la casualidad de que el día que pasó,
también tuvo lugar el nacimiento de nuestro amigo Edmundo. Los normandos
conquistaron Inglaterra y mataron al rey Harold, último rey sajón.
Fue visto por primera vez
el 293 aC. Desde entonces nos “visita” cada 75 años más o menos, que es el
tiempo que vivió Edmundo, ya que el dia que murió también pasó el cometa. Su
última aparición fue en el 1986.
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